
                            Diagnóstico específico: identificar el origen del descontrol hormonal:
La hipófisis o pituitaria es la glándula maestra del sistema endocrino. Controla el funcionamiento de otras glándulas como la tiroides, suprarrenales, ovarios y testículos, mediante la secreción de hormonas reguladoras. Cuando hay un trastorno hipofisario, puede haber exceso o déficit de estas hormonas, generando síntomas difusos y difíciles de diagnosticar sin una evaluación experta.
En consulta realizamos una historia clínica detallada para identificar síntomas como fatiga crónica, irregularidades menstruales, infertilidad, disminución de libido, crecimiento anormal, dolor de cabeza persistente, cambios visuales o secreción mamaria sin embarazo. También preguntamos por antecedentes de tumores, traumatismos craneales o enfermedades autoinmunes.
Solicitamos un perfil hormonal completo, que puede incluir TSH, ACTH, LH, FSH, estradiol, testosterona, prolactina, cortisol, hormona de crecimiento (GH) e IGF-1. Dependiendo de los hallazgos, complementamos con pruebas dinámicas y estudios de imagen, como una resonancia magnética de hipófisis con contraste, para detectar tumores o alteraciones estructurales.
Actuamos directamente sobre el déficit o exceso hormonal, con tratamiento seguro y controlado.
Muchos trastornos hipofisarios son causados por adenomas (tumores benignos).
Un trastorno hipofisario mal diagnosticado puede derivar en infertilidad, osteoporosis, daño ocular o crisis suprarrenal.


La confianza de nuestros pacientes nos respalda